4 febrero, 2022 - 39ytú
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12 febrero, 2021
El intestino humano es un órgano capaz de almacenar en él una gran cantidad de bacterias, conviven con nosotros unos 39 billones de las mismas. A estas bacterias las llamamos microbiota intestinal. Juegan un papel fundamental en la salud del intestino, y son determinantes para nuestro organismo, afectando tanto al sistema digestivo como al inmunitario.
La microbiota ejerce protección frente a agentes patógenos, nos ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, colabora en el proceso de digestión, y absorción de vitaminas y nutrientes esenciales. Todas estas funciones que ejerce son esenciales para nuestra vida. Por ello, debemos cuidar nuestra alimentación, ya que de esta dependerá la salud de nuestra microbiota.
Como ya dijimos anteriormente, lo que comemos influye potencialmente en la salud de nuestro intestino. Debemos llevar una alimentación equilibrada, ya que nuestra dieta puede alterar el metabolismo funcional de las bacterias. Muchos nutrientes no son absorbidos por el organismo, sino que son fermentados para la actividad metabólica de la microbiota intestinal, formando así otras sustancias beneficiosas para nuestro cuerpo.
Los probióticos son microorganismos vivos que poseen un efecto beneficioso sobre la salud, cuando se toman en cantidades adecuadas. Estos han sido expuestos a un proceso de fermentación. Diversos estudios científicos relacionan su consumo con un aumento de las bacterias beneficiosas, y un descenso de las nocivas. Además, han determinado que puede contribuir a disminuir la inflamación, ayudar al tracto digestivo y mejorar la digestión. También se ha demostrado que pueden contribuir a mejorar la sensación de hinchazón, la diarrea y la digestión de la lactosa.
Los prebióticos, por su parte, se definen como “ingredientes alimentarios que, al ser fermentados selectivamente, producen cambios específicos en la composición y/o actividad de la microbiota intestinal confiriendo beneficios en la salud del individuo”. La fibra, presente en muchos alimentos, tiene función prebiótica.
Por su parte, las frutas, verduras y cereales integrales, destacan por su alto contenido en fibra, la cual nos aporta numerosos beneficios para la salud del intestino, y del sistema digestivo en general.
En general, una alimentación saludable enmarcada dentro de unos hábitos correctos de vida, que asegure la ingesta de todos los nutrientes necesarios, ayuda a mantener nuestro intestino en buenas condiciones.