Durante la época de otoño e invierno es habitual ver como aumentan los casos de los resfriados comunes. Durante estas épocas bajan las temperaturas y aumenta la humedad en el ambiente, factores que, en combinación con otra serie de condiciones meteorológicas, hacen que haya una mayor circulación de virus culpables del resfriado común entre la población. El resfriado común es una de las enfermedades más extendidas que se repite cada año y se encuentra de múltiples formas.

El resfriado común, se trata de una infección vírica de las vías respiratorias superiores que puede estar originada por virus distintos. Normalmente se propaga por vía aérea, a través de la tos y los estornudos de una persona infectada, o bien, de forma indirecta, a través de las secreciones respiratorias en las manos. Generalmente no presenta complicaciones, aunque, en algunos casos puede derivar en una sinusitis, bronquitis, otitis o una neumonía.

Por lo tanto, para prevenir el resfriado es imprescindible tener nuestro sistema y las defensas inmunitarias en buen estado. Nuestro sistema inmunitario está compuesto por diferentes tipos células que desempeñan una diferente función.

Un factor que ha mostrado ejercer efectos en la respuesta inmunitaria es nuestra microbiota intestinal. Nos ayuda a regular y activar nuestro sistema inmune mediante la estimulación de las respuestas protectoras de las células correspondientes.

Una cepa comprometida que resulta beneficiosa para ayudar frente a este tipo de infecciones es la cepa Bifidobacteria lactis Bl-04™ posee propiedades antiinflamatorias víricas, inmunomoduladoras, controla la homeostasis del epitelio intestinal, y ayuda en la mejora de la función de barrera. Su uso preventivo puede reducir los síntomas de enfermedades del tracto respiratorio y puede contribuir a prevenir los resfriados.

Además del consumo de los probióticos existen más medidas que se pueden tomar en función de poder prevenir y afrontar el resfriado. Algunas precauciones más afectuosas contra el resfriado son:

• Tener una buena alimentación.

Una alimentación rica en vitaminas y minerales implica en un correcto desarrollo del sistema inmunitario. En concreto las vitaminas A, D, B6, B12, C, y los minerales de SELENIO, HIERRO Y ZINC realizan numerosas funciones que regulan la respuesta inmunitaria del organismo frente a posibles ataques externos y estimulan la producción de células indispensables para el correcto funcionamiento del sistema inmune.

• Consumo de prebióticos

Los prebióticos son sustancias no digeribles que estimulan el crecimiento y la actividad de la microbiota intestinal. Se ha demostrado que los prebióticos también tienen un efecto positivo en la mejora del sistema inmunitario. El betaglucano y los fructooligosacáridos como son la Inulina y los galactoligosacáridos son sustancias fermentadas por la microbiota intestinal que generan ácido láctico y ácidos grasos de cadena corta. Estos productos estimulan selectivamente el crecimiento de bifidobacterias promoviendo la absorción de minerales importantes para la función inmunitaria. Estos componentes prebióticos se pueden encontrar en alimentos como avena, setas y champiñones en el caso del betaglucano y en plátano, cebolla, ajo, tomate etc., en el caso de los fructooligosacáridos.

• Hábitos de higiene

Es importante también lavarnos las manos con frecuencia, evitar tocarse la boca, nariz u ojos con las manos sucias o después de haber manipulado objetos ajenos. Ventilar con asiduidad las estancias, especialmente los lugares en los que se concentran un gran número de personas.

• Ejercicio físico

Potenciar el sistema inmune con la práctica de ejercicio físico de forma habitual.

• Abrigarse correctamente.

Nuestro producto ProInmuno de 39ytú contiene la cepa Bifidobacteria lactis Bl-04™ combinada con vitaminas y minerales: A, D, B6, B12, C, SELENIO, HIERRO Y ZINC, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmune, y también contiene extracto de salvia y equinácea, que ayudan a mantener las defensas naturales del cuerpo y el sistema inmune.