19 agosto, 2022
Son las siglas de Fermentable Oligo, Di, Monosaccharides And Polyol (Fermentable Oligosacáridos Disacáridos Monosacáridos y Polioles). Se trata de una dieta basada en la exclusión de los hidratos de carbono fermentables (macronutriente que principalmente aporta energía). Este tipo de dieta se suele utilizar para paliar los síntomas de enfermedades como el Síndrome del Intestino Irritable (SII).
El SII es un trastorno bastante frecuente que afecta entorno al 15% de la población. Sus síntomas pueden ser variados como, por ejemplo: presencia de disbiosis en la microbiota intestinal, dolor abdominal, alteración de la motilidad intestinal, hipersensibilidad visceral o alteración en las deposiciones, combinando periodos de diarrea con estreñimiento.
Deberíamos evitar los alimentos oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polisacáridos; aunque es importante tener en cuenta la tolerancia de cada persona ya que, en función del grado de sensibilidad de cada uno, podrá comer o no alguno de estos alimentos.
Los beneficios que aporta este tipo de dieta en la manifestación del SII son varios: mejora la absorción del calcio, aumento del volumen del bolo fecal, una mayor producción de ácidos grasos de cadena corta o una corrección de las alteraciones de la microbiota intestinal (disbiosis).
Una vez pasado un tiempo con este tipo de alimentación, es necesario introducir poco a poco los alimentos que antes no se consumían. De esta manera, se puede valorar cómo el organismo reacciona a la introducción de cada uno de ellos, con el objetivo de identificar cuáles siguen causando el mismo efecto negativo en nuestro cuerpo que antes de realizar la dieta FODMAP y con cuáles parece que los problemas se han solucionado.
Fructanos y galacto-oligosacáridos. Se encuentran en la cebolla, el trigo, legumbres, leche y derivados.
Fructosa, lactosa y polioles. Están presentes en alimentos como fruta, leche y derivados, productos de repostería y panadería. En cuanto a los polioles, suelen utilizarse como edulcorantes en muchos alimentos procesados, también están presentes en alguna fruta y en los champiñones.
Presentes en legumbres, cereales integrales, castañas y alguna fruta como la ciruela, la manzana o la pera.
Bibliografía