18 abril, 2019
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de fallecimiento en hombres y mujeres mayores de 45 años . La supresión de hábitos de vida perjudiciales como, entre otros, el tabaquismo, la reducción de los niveles de colesterol y el fomento de la actividad física son elementos fundamentales para reducir las enfermedades cardiovasculares.
El colesterol es necesario en el organismo, aunque un exceso de esta sustancia puede derivar en problemas cardiovasculares. El consumo de una alimentación saludable junto al consumo de algunos probióticos contribuyen a reducir los niveles de colesterol en sangre. Diversos estudios realizados han demostrado los efectos positivos de ciertos probióticos como Lactobacillus plantarum para moderar la absorción del colesterol. Existen por lo tanto evidencias sobre los beneficios de los probióticos.
Otros probióticos han evidenciado su interés en personas celíacas. Sus cualidades han quedado demostradas como protector ante transgresiones accidentales de la dieta sin gluten. Estas personas que siempre deben estar bajo una dieta sin gluten , en ocasiones , especialmente en comidas fuera del hogar , se pueden ver expuestas a una contaminación accidental de trazas de gluten, en estos casos la solución nutricional del probióticos Bifidobacterium longum ES1 y la enzima Tolerase G pueden actuar como protectores para evitar los efectos sobre el intestino y ayudar a reforzar la microbiota intestinal.
La ingesta de probióticos* se encuentra estrechamente relacionada con la regularidad del tránsito intestinal. Los probióticos ejercen un efecto beneficioso sobre la flora microbiana en el intestino, corrigiendo los desequilibrios que pueden generar, entre otros, el estrés, los malos hábitos alimenticios, la ausencia de práctica deportiva o el consumo de antibióticos y medicamentos.
Regular los niveles de colesterol plasmático, ser un coadyuvante de la dieta sin gluten en celiacos y mitigar las consecuencias del malestar intestinal son acciones posibles con la combinación de una dieta equilibrada y probióticos.
(*) Una Consulta de la FAO redefinió los probióticos, a los efectos de la reunión, como “microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades apropiadas, confieren al huésped un beneficio para la salud” pero circunscribió su ámbito de acción al examen de los “microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades apropiadas como parte de un alimento, confieren al huésped un beneficio para la salud” (Estudio FAO Alimentación y Nutrición 85. Probióticos en los alimentos. Propiedades saludables y nutricionales y directrices para la evaluación. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Roma, 2006).