En la actualidad, uno de los problemas mas frecuentes durante la estación del verano es el aumento de las infecciones gastrointestinales. Los principales causantes de las mismas son los parásitos, los virus y las bacterias; es decir, microorganismos que acceden a nuestro organismo por diferentes vías de transmisión, como pueden ser: los alimentos, agua contaminada y por vectores o de persona a persona.

Además, existen factores extrínsecos como la temperatura y la humedad, que influyen positivamente en el crecimiento de estos microrganismos y en su transmisión, en función de las diferentes características y métodos de replicación que tiene cada uno.

Lo más habitual durante la época del verano es que estas alteraciones intestinales estén provocadas por el consumo de alimentos en mal estado o por ingerir agua contaminada. Las temperaturas por encima de los 30ºC y una alta concentración de humedad ayudan a que los microorganismos proliferen más rápido. Un alimento con una alta carga de microorganismos, que no se ha cocinado adecuadamente, ha sido descuidado demasiado tiempo a temperatura ambiente, no se ha lavado bien o estuvo en contacto con agua contaminada puede verse afectado. Adicionalmente, en la cadena alimentaria también existen conflictos que potencian este riesgo. Por ejemplo, una mala manipulación de las materias primas en la cadena de conservación o transportación y una carencia de higiene pueden ser los causantes principales de este tipo de infecciones.

Medidas preventivas

Para evitar padecerlas existen maneras preventivas que podemos seguir para protegernos. Entre las más recomendadas se aconseja:

• Lavar las manos después de ir al baño y antes de manipular alimentos.
• Lavar bien los alimentos que se comen crudos, como las frutas, las verduras y las hortalizas.
• Asegurarse de que los alimentos respeten la cadena de frío.
• Beber agua potable.

Las infecciones intestinales pueden provocar una alteración a nuestra mucosa intestinal y nuestra microbiota provocando cuadros de diarrea aguda simple, con un período de incubación de 48 ó 72 horas.

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Bibliografía

1. Paredes Salido F., Roca Fernandez J.J. (2004). Infecciones gastrointestinales. Ámbito farmaceutico Microbiologia. Offarm. Vol. 23. Núm. 5. 100-106
2. Lin S., Mingzeng S., Fitzgerald E., Hwang S-A. Did summer weather factors affect gastrointestinal infection hospitalizations in New York State?, Science of The Total Environment, 550; 2016; 38-44, https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048969715313085?via%3Dihub.