28 febrero, 2020 - 39ytú
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6 julio, 2022
Autor: Javier Marhuenda Hernández
Las paredes de nuestro intestino están formadas por agrupaciones de células que cuentan con dos funciones bien diferenciadas. La primera de ellas es la más conocida: la absorción de los nutrientes contenidos en los alimentos para el mantenimiento de nuestro metabolismo. Sin embargo, las paredes de nuestro intestino tienen otra función que puede pasar desapercibida para el público general, y es la de actuar como barrera selectiva frente a posibles patógenos. Todo esto tiene mucho que ver con la permeabilidad intestinal. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.
La permeabilidad intestinal es un fenómeno por el cual la pared del intestino funciona como una barrera selectiva que permite el paso y la absorción de los nutrientes, mientras que bloquea el paso de aquellas sustancias que pueden ser dañinas y/o tóxicas. Esta capacidad de la pared intestinal es posible gracias a los pequeños espacios o uniones que quedan entre las células que la componen, los cuales pueden verse alterados por diferentes agentes externos e internos.
De este modo, nuestro intestino es semipermeable y esta permeabilidad puede verse alterada, dando lugar a diferentes patologías asociadas al intestino como enfermedad de Crohn, celiaquía o diferentes enfermedades inflamatorias intestinales. Cada vez es más común encontrar personas con el denominado síndrome del intestino permeable o permeabilidad intestinal aumentada.
Cuando la permeabilidad intestinal se ve alterada, se produce una inflamación en las paredes intestinales, lo que provoca un aumento del espacio entre las células del intestino, lo que permite el paso de posibles sustancias perjudiciales al torrente circulatorio.
Si estas sustancias comienzan a circular por todo el cuerpo a través de la sangre, provocan que el sistema inmunitario las combata mediante unas moléculas proinflamatorias llamadas citoquinas, generando la llamada inflamación de bajo grado. La inflamación crónica de bajo grado puede causar diferentes efectos metabólicos, como la alteración del metabolismo de la glucosa o los lípidos; grandes causantes de la la obesidad. Así, la permeabilidad intestinal es una de las investigaciones más recurrentes dentro del estudio de la salud intestinal y, por tanto, de la microbiota intestinal.
Dentro de las limitaciones actuales en cuanto al conocimiento científico sobre este tema, podemos tener cierta certeza sobre varios aspectos. El primer aspecto a comentar es la importancia del butirato, un ácido graso de cadena corta que generan las bacterias de nuestro intestino. Este butirato es usado por las células del intestino como sustrato de energía principalmente. Cuando las células del intestino se encuentran en un ambiente en el que no hay butirato, favorecen el uso de la glucosa de la sangre como sustrato energético. Este desplazamiento del butirato a favor de la glucosa, deriva en un ambiente principalmente aerobio, que no permite que las principales bacterias “buenas” del intestino se desarrollen. De esta manera surge el concepto de disbiosis, o alteración de la composición de la microbiota. Dentro de las diferencias más importantes que se observan en esta disbiosis producida durante la permeabilidad intestinal aumentada, encontramos una alteración de la proporción Firmicutes/Bacteoridetes (F/B), la cual también se observa en diferentes patologías como la diabetes y la obesidad.
Se ha demostrado que el aumento de glucosa en sangre producido en personas resistentes a la insulina, genera un incremento de la inflamación de bajo grado que se comentó un poco más arriba, lo que empeora el pronóstico de la permeabilidad intestinal aumentada. En la misma línea, la obesidad genera un aumento en la producción de citoquinas proinflamatorias debido al aumento del tejido graso blanco. Igualmente, la hipercolesterolemia también incrementa la inflamación de bajo grado e incluso la rigidez arterial y la presión arterial. Por tanto, el síndrome de permeabilidad intestinal aumentada puede estar presente en varias patologías asociadas y podría mejorar con un tratamiento de la patología de base que empeora el pronóstico.
Parece evidente que una mejora de la alteración de la microbiota intestinal (disbiosis) observada en el síndrome de permeabilidad intestinal aumentada a favor de la presencia del género Bacteoridetes podría mejorar los problemas gastrointestinales observados en las personas con esta patología (molestias estomacales, hinchazón abdominal, diarrea, estreñimiento crónico, cólicos…).
Los aspectos más importantes dentro de una alimentación equilibrada para mejorar los problemas ocasionados por la disbiosis intestinal son:
Dentro de la alimentación equilibrada podemos encontrar otros métodos que ayudarán a mejorar los síntomas y a reducir la aparición de problemas intestinales. Si quieres hacer una prueba de impermeabilidad intestinal, has de saber que en 39ytú realizamos el Test de Microbioma intestinal, basado en el análisis del ADN de los microorganismos presentes en una muestra de heces, lo que permite identificar cada una de las bacterias de la muestra. En 39ytú también disponemos de diferentes productos que pueden ayudar a las patologías más relacionadas con síndrome de permeabilidad intestinal aumentada, como son la hipercolesterolemia y la diabetes tipo II.
Como ves, la permeabilidad intestinal cumple con una función esencial en el organismo, así que conocer cuál es su estado puede permitir descubrir la existencia de patologías asociadas que conviene tratar correctamente.